Siguiendo la corriente. Hoy: Homenaje a Fontanarrosa

A partir de hoy, dejamos inauguramos esta nueva sección que se denomina «Siguiendo la corriente», en la cual nos haremos eco de temas que el resto de la blogósfera trata casi por unanimidad y que Nunca hubo una vez pasa por alto como semáforo rojo a las dos de la mañana.

En esta primera entrega, homenajearemos a ese humorista que se nos fue la semana pasada y sobre el que todos escribieron algo menos nosotros: El Negro Fontanarrosa. ¡Negro te vamos a extrañar!
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Estee… ¿Qué más puedo decir? Era un grande, re grande. Grandísimo. ¿Ya está? ¿Esto se puede considerar un homenaje? ¿Todavía no?
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No sé qué más decir. Bueno, ¿qué quieren? Yo no guardo un buen recuerdo de Fontanarrosa. Para un día de la madre le regalé a mi mujer un Martín Fierro con dibujos de este señor y al final del domingo casi tengo que salir a buscar un hotel donde dormir. Y al día siguiente me agarré una peste que me dejó en cama sin poder hablar ni caminar ni comer durante dos semanas. No digo que fuera culpa de Fontanarrosa, pero entenderán por qué me causa cierta cosita. Pero para que vean que no soy rencoroso, voy a cumplir en homenajearlo transcribiendo toda su obra. ¿Cómo? ¿Qué escribió mucho? ¿En serio? Mejor hago lo siguiente: tipeo lo que me acuerdo de un cuento que leí hace ya bastante tiempo y me siento a esperar el reconocimiento de mis colegas. Buen día.

-Mirá, con este plan que tengo yo, pagás sólo la mitad del valor de las llamadas. -Miguelito mira el café y amaga con llevarse el jarrito a la boca, pero en seguida lo acomoda de nuevo en el plato-. Yo no sé como todavía seguís con ese celular. Tomá, acá tenés la tarjeta de mi vendedor. Llamalo y decile que sos amigo mío.
Valija agarra la tarjeta y se la guarda en el bolsillo de la camisa.
-Ahí viene el Colo. ¡Colo, ¿Cómo estás hermano?!
-Bien bien, Miguelito, tirando. ¡Puta madre que frío que hace afuera! ¡Domingo! ¡Una ronda de Cinzano para todos! El Colo deja el saco sobre la silla y se acomoda junto a la ventana.
-No, para mí no, me estoy cuidando -retruca el Valija.
-Para mí tampoco, yo estoy tomando un descafeinado -completa Miguelito.
El Colo mira a sus amigos bastante sorprendido
-¡Domingo –grita-, traeme la botella de Cinzano para mí solo, que a estos dos les agarró la mariconada!
Valija y Miguelito simulan no oírlo y continúan conversando.
-Y ese auto, Valija, ¿cuándo lo vas a cambiar? Con ese cascajo nadie te va a tomar en serio.
-¿Cambiar el auto? ¿De qué mierda están hablando? ¡Hoy juega San Lorenzo! ¡Tenemos que prepararnos para ir a la cancha! -El Colo se baja medio vaso de Cinzano, se para sobre la silla y empieza a cantar a los gritos-: ¡Soy del Santo, soy del santoooo, del santo yo sooooy!
-¡Pará loco, te van a echar a patadas de acá! Este boludo siempre nos hace pasar vergüenza. ¿Te cayó mal el Cinzano?
Incrédulo, el Colo se sienta y se queda en silencio, hamacándose con la silla.
Miguelito mira a Valija y mueve circularmente su dedo índice sobre su sien.
-Te decía antes de que este desequilibrado interrumpiera -mira furioso al Colo- que hoy la imagen es muy importante, hay que andar bien vestido, un buen reloj, una buena corbata…
El Colo se hamaca cada vez con más fuerza mirando hacia la barra. El crujido de la silla comienza a poner nervioso a Miguelito y lo obliga a interrumpir su conversación.
El Colo deja de hamacarse y apoya los brazos sobre la mesa.
-¿Se acuerdan de cuando secuestramos al viejo Casali?
-¿A quién?- pregunta Miguelito.
-¡Al viejo Casali! ¿No se acuerdan? El día que salió campeón San Lorenzo en Rosario. El viejo era el amuleto, cada vez que iba a la cancha San Lorenzo ganaba.
-Yo no me acuerdo -niega el Valija.
-¡Pero loco! ¿Qué les pasa, pelotudos? ¿Me están jodiendo, no? Al viejo le había agarrado un infarto y no quería ir a Rosario por miedo a que le reventara el cuore. ¡Y nosotros lo llevamos de prepo!
-Mirá -le dice Miguelito al Valija- en la próxima reunión que hagamos en la empresa yo te voy a presentar al Gerente, así te vas…
El Colo interrumpe, totalmente fuera de sí.
-¡Mierda! ¡El viejo se murió ese día, gritando el gol del Gallego! ¡Vio como entraba la pelota y se cagó muriendo! ¡Cómo puede ser que se hayan olvidado, manga de forros!
-La verdad que no me acuerdo, pero si vos lo decís… ¿Y qué hicimos con el viejo muerto? ¿Dimos la vuelta olímpica con el cadáver? ¿Le pusimos el puño sobre el mentón y lo dejamos sentado en la tribuna?-. Miguelito sonríe irónicamente e intenta retomar su diálogo con el Valija.
-¡Vos te estás pasando de pelotudo! ¡Domingo, traeme una de Gancia! ¡Pelotudos! ¡Eso es lo que son! ¡No sé qué mierda pasó con el fiambre de Casali! ¡Yo me fui a festejar con los muchachos! El Colo ahora sí justificaba su apodo. Parecía que le estaban por estallar todas las venas de la cara.
-Calmate Colo, capaz que no se acuerdan -interviene Domingo-. Acá tenés el Gancia. ¿Querés limón?
-¡Limón! 20 años que vengo a este tugurio y el pelotudo de Domingo aun no sabe que yo tomo el Gancia puro, con un poco de soda sólo los jueves. Volvé a lo tuyo, Domingo, haceme el favor.
Valija mira a Domingo e intenta tranquilizar al Colo.
-Por ahí tenés razón, pasaron muchos años y ya sabés que no tengo buena memoria.
-¿Por ahí? ¿Por ahí? ¡La concha de tu hermana! ¡Claro que tengo razón! ¡Pero ya está, ya está! ¡El que se va a morir de un ataque soy yo, por forros como ustedes! El Colo agarra la botella de Gancia mientras sigue con la mirada a una morocha que va por la vereda del café.
-Bueno -dice Miguelito-, mañana si querés seguimos charlando sobre ese proyecto que te comenté.
-Dale -asiente el Valija-, avisale al Rulo así estamos los cuatro.
-¡Que flor de ojete tiene esa negra!- grita el Colo, señalando groseramente a la morocha-. ¡Miren che, no se la pierdan! ¡Mamita! ¡Qué orto!
-Sí, sí -balbucea el Valija, casi sin mirar.
-¿Saben qué estuve pensando muchachos? Que la cosa también está en los nombres, en como suenen.
Valija y Miguelito ahora se miran desconcertados.
-Los nombres tiene que llenar la boca, atragantarla, que se los pueda masticar, por ejemplo digamos Marrapodi, viejo, Marrapodi, ¡volóooo Marrapodi y echó al corner! O Camaratta ¡Ca-ma-ra-tta! ¡Camarratta salvó su arco! Camaratta, no García. ¿Cómo puede haber un arquero que se llame García?
Miguelito lo mira desafiante.
-Yo no sé qué carajo estás diciendo, Colo. Hay un montón de arqueros que se llaman García y son bastante buenos.
-Sí -confirma Valija-. Y Racing tenía uno que se llamaba González, ¿no? Y hasta estuvo en la selección. Bah, creo, ya te dije que no tengo buena memoria.
El Colo se levanta mansamente, manotea una silla y se la parte en la cabeza al Valija, dejándolo inconsciente en el piso. Después le echa un chorro de Gancia encima e intenta prenderle fuego, pero no agarra.
-¿Qué mierda hiciste, Colo? ¡Le rompiste la cabeza al Valija! ¿¡Estás loco!?
-González… ¡Qué mierda va a volar ese boludo!

Ah, me olvidaba: ¡Qué lo parió!

~ por christian en julio 25, 2007.

28 respuestas to “Siguiendo la corriente. Hoy: Homenaje a Fontanarrosa”

  1. Realmente se nos fue un grande, de verdad, ahora yo digo, quien de todos los blogueros, que postearon y dedicaron lineas y lineas al negro(me incluyo), realmente lo conocia o conocia sus trabajos, para mi que muy pocos, la mayoria solo escribio por que sabia que era noticia, y no tiene ni idea ni quien es Mendieta, como siempre en este pais se reconoce a la gente grosa una ves que se fueron…
    Un abrazo…
    PD: hay mas gin tonic??

  2. Creo que es el peor post que te leí jamás, Chester.
    ¿Qué te pasó?

    Igual, tú eres mi hermano y te amo.

  3. Creo que es el peor post que te leí jamás, Chester.
    ¿Qué te pasó?

    Igual, tú eres mi hermano y te amo.

  4. Acaso soy el primero en recibir un comentario bardero de parte de Baterflai?

  5. Acaso soy el primero en recibir un comentario bardero de parte de Baterflai?

  6. Pay: El texto intenta ser una crítica a esa tendencia a publicar o escribir sobre algo porque está de moda o porque todos lo hacen o porque si no, me quedo afuera de la fraternidad bloggera y no entra nadie más a mi blog. Es lo que pasó con Fontanarrosa, todos se sintieron obligados a publicar algo al respecto. Probablemente la mayoría lo hizo sinceramente, capaz que todos, pero lo dudo mucho. De todos modos, es mi precaria opinión, no es mi deseo arrogarme el papel de Fiscal del Universo. ¡Aguante Lorna, la bloggera más honesta de toda la web! ¡Y abajo el círculo de aduladores compulsivos!

    Bater: ¿Te parece? Evidentemente no leíste todo lo que publiqué. ¡Hay cosas mucho peores!

    Será de dió… ¿Para qué me pasé tres horas buscando palabras en holandés?

  7. Pay: El texto intenta ser una crítica a esa tendencia a publicar o escribir sobre algo porque está de moda o porque todos lo hacen o porque si no, me quedo afuera de la fraternidad bloggera y no entra nadie más a mi blog. Es lo que pasó con Fontanarrosa, todos se sintieron obligados a publicar algo al respecto. Probablemente la mayoría lo hizo sinceramente, capaz que todos, pero lo dudo mucho. De todos modos, es mi precaria opinión, no es mi deseo arrogarme el papel de Fiscal del Universo. ¡Aguante Lorna, la bloggera más honesta de toda la web! ¡Y abajo el círculo de aduladores compulsivos!

    Bater: ¿Te parece? Evidentemente no leíste todo lo que publiqué. ¡Hay cosas mucho peores!

    Será de dió… ¿Para qué me pasé tres horas buscando palabras en holandés?

  8. Y aparte, ¿cómo me vas a decir eso justo hoy? ¿No ves que estoy triste porque se me murió Bilbo Bolsón?

    Fuera de broma, hace poco vi en un blog muy muy popular que su autora había escrito acerca de lo triste que estaba por la muerte de su gatito. Lo curioso era que como 60 tipos dejaron comentarios consolándola. Me parece que antes que hacer eso, es más sano mirar un maratón de gran hermano y de bailando por un perro, qué querés que te diga.

  9. Yo quiero comentar mi experiencia personal con el señor Fontanarrosa; sirva de lección moral para todos aquellos que descreen del sufrimiento de los famosos, como Michael Fox y Whitney Houston.
    Yo fui a la feria del libro y estaba Fontanarrosa firmando; una nenita de clase humilde, tirando a pobre, le pidió si le firmaba un pedazo de papel ya que no tenía plata para el libro. El negro se lo firmó con una sonrisa y de dió un beso paternal.
    Digo yo:
    ¿Qué le costaba a Fontanarrosa regalarle un libro a la nena?
    Ratón, así no se hace, ehh, ehhh
    Ahora que va a leer esa nena? ¿pedazos de papel que encuentre por ahi? ehh?
    Esa es la cultura para los ricos.
    Santucho, guevara, la patria liberada.

  10. Ay, Chester, parece que lo reprobaron en Sarcasmo I.
    ¿Y si se dedicara a la actuación?
    Eso de entrar pateando el tablero allá al lado fue muy impresionante.

  11. Así estamos, Verloc, y me sorprende que hayan dejado pasar a la niñita a la Feria del Libro.

    Fontanarrosa buchón, le ratoneaste el libro a la nena para que ahora la disfruten tus herederos. ¡La avaricia no te lleva a ningún lado, entendelo! Bueno, ahora es tarde para entenderlo, salvo que te encuentres con un gordo en pañales sentado con las piernas cruzadas.

    Por cierto, esa cosa que escribí debajo del separador (iba a decir cuento, pero con la que me mandó Bater…) referencia a dos -por lo menos- relatos del negro: «19 de diciembre de 1971» y «Los nombres». Si no los leyeron, léanlos que están buenísimos. O esperen la versión ultra-azucarada de Alejandro Apo en la radio.

  12. No, no era bardeada, por eso el «eres mi hermano y te amo», realmente el post me parece espantoso. Cuando realmente me interesa bardear a alguien, lo bardeo en mi blog (por ejemplo: al caniche), nomás era comentario al pasar.

    Bah, también, no soy quién para andar haciéndome expectactivas ni nada por el estilo, nomás es… no sé… qué se yo… En fin, no sé… ¿Cómo se dice cuando algo a alguien no le gustó? ¿Se puede decir o queda mal? ¿Me estoy mandando un moco? ¿O lo que siento en realidad es que me tocaron algo muy de adentro -de la muerte del Negro todavía no me recupero y estoy escribiendo algo al respecto desde hace días- y verlo en el medio de un post que no me gustó para nada me dio dos veces bronca?

    Estoy pensando en voz alta, eh. Juro que no es bardeada. Solamente bardeo caniches, que quede claro.

  13. Chester: no traté nunca de insinuar de que Uds. fueran unos mas del montón (y me incluyo en el montón), de los que postearon algo del Negro porque es la «noticia» de la semana, realmente le pido disculpas si fue lo que entendió, realmente creo que fueron muy cautos en esperar unos días, yo decía que mas de uno, que ni conoció, ni la figura de «la Eulogia», se desfiguró los dedos escribiendo sobre el Negro, sin tener la mas mínima idea de sus relatos, ni siquiera de sus obras, de verdad le pido mis mas sinceras disculpas, creo que tengo que empesar a leer mejor lo que escribo.-
    PD: si el negro no le regalo un libro a la niñita es por ser muy canalla….
    un abrazo

  14. Queridísima Anai le: ¿Cómo iba yo a saber que el tablero era de adamantium?

    Estimadísima Baterflai: Como ya te dije alguna vez, vos me sacas 356 vueltas en esto de los blogs, así que no sabría decirte si se puede decir que algo que leíste no te gustó o te parece lo peor de lo peor o espantoso. Yo tomé como regla comentar únicamente si me gusta; si no me gusta o no sé que decir, no digo nada. Y si me molesta mucho mucho y me sentí ofendido, uso el mail (¡esta regla no se aplica para lo que escribís vos Verloc!)

    Ahora, es posible que no haya podido transmitir claramente mi pensamiento en el post. A mí me encantaba Fontanarrosa, eso está fuera de discusión. Sólo me quejo (una queja al aire y nada más) de tanta boludez que hay en los blogs, de tipos que evidentemente no leyeron nunca al negro y le hacen homenajes para quedar bien y minas que postean que se les murió el gatito y 50 aduladores autocomplacientes la consuelan. Me quejo de eso, nomás. Jamás lo haría en los blogs de estas personas, no creo que mi verdad sea tan verdadera. Ya Verloc escribió hace un tiempo sobre la existencia de una secta de poetas malos que se hinchan el ego entre ellos. Mi texto es en algún modo, una continuación del de Verloc. Por el resto, esto ES un homenaje a Fontanarrosa, y uno bastante elaborado, malo pero elaborado, no me limité a copiar y pegar una viñeta de inodoro sino que escribí un texto que intenta emular el fantástico estilo del negro, citando alguno de sus cuentos que más me gustaron.

    Igual, eres mi hermana y te amo.

  15. Pay: ¡Yo nunca pensé eso! Tu comentario me pareció brillante porque comprendiste exactamente lo que yo quise decir. Cuando te respondí estaba confirmando lo que vos habías escrito y explicando un poco el artículo porque ya me había dado cuenta (bueno, el comentario de Baterflai fue bastante claro) que podía ser malinterpretado.

  16. A mí me encanta lo que escribe Chester, el renegau.
    Bonita Pietila (ha vuelto).

  17. Ves, tu comentario me pareció mucho mejor que el post, Chester!! 😀
    Obvio que yo tampoco me metería a decir «eh, voh, puto, qué te hacés el fontanarrosista ahora»; algunos están (perdón, me tengo que incluir, estamos y me chupa un ovario y medio otro si parece pedantería) a salvo por cuestiones de constitución personal, citas previas, linkeos a cuentos no solamente en el propio blog sino desde comentarios en otros, etc.

    Pero hay una gran, gran, gran sarta de giles que es cierto (bah, no de giles porque para putear a uno juego al tai-chi, que se me venga con la carajeada y en base a la suya lo saco de equilibrio), que uno siente que le tocaron a ese con el que uno sentía cierta complicidad, lo había ido a ver, conoce la gente a la editorial que lo publica y ha hurgado en los depósitos de ésta para encontrar ESE libro para ESA persona, sabiendo casi de memoria el índice y lo que contiene. Todo esto sabiendo que ese inmortal mortal nomás posó una vez (o dos) los ojos en uno, un desconocido más en la fila de los que alguna vez se cagaron de risa con su libro, y que uno no tiene propiedad intelectual sobre él, ni es su albacea, ni su representante vivo sobre la tierra, ni nada por el estilo: nomás lo lleva en corazón.

    Puta, me interrumpieron siete veces y perdí el hilo del comentario. Después la sigo.

  18. que interesante, hay polémica y yo no estoy involucrado.
    Igualmente noto que hay una cadena de malentendidos; a mi me gustó mucho el texto de Chester y creo que algunos creyeron que copió y pegó el cuento. Esto no es así, yo lo supe desde un principio; el viejo Casali me convenció.
    Lo acabo de leer otra vez y afirmo:
    está muy bueno el cuento.
    Si fuera una imitación del estilo de Borges sería Borgiano.
    Este es un fantástico cuento fontanarroseano; y el que diga lo contrario se la come. (a ver si así entro en la polémica)

  19. ¡No no no no! ¡Verloc, usted no entendió nada!

    Nadie creyó que copié y pegue. Baterflai pensó que me estaba burlando de la muerte de Fontanarrosa y como ella se sintió muy tocada por la muerte del negro, le pareció que lo que yo había escrito era una porquería. Es una porquería pero no porque me esté burlando de Fontanarrosa.
    Pay pensó que yo había pensado que él me estaba diciendo que nosotros somos uno más del montón que posteó algo sobre Fontanarrosa.
    Y anai le pensó… Bueno, no sé que pensó anai le, algo relacionado con la industria automotriz y caramelos de coco.

  20. Hablando del viejo casali, mire lo que encontré revisando papeles.

  21. En un gesto visionario sin parangón en la historia de esta urbe, hace rato que tenemos una calle Fontanarrosa en Santiago de Chile.

  22. Anai: ¡Eso no es nada! Acá el Clarín ya tenía preparado desde hacía varios meses el suplemento especial por la muerte de Fontanarrosa.

    Eso es para los que se quejan de que siempre esperamos que alguien se muera para homenajearlo.

  23. Permiso, voy a tijeretear un poco este texto.

  24. Permiso, voy a tijeretear un poco este texto.

  25. Uh, lo que nos faltaba: El joven manos tijereteadoras.

  26. Uh, lo que nos faltaba: El joven manos tijereteadoras.

  27. a mi me gustó el homenaje

  28. a mi me gustó el homenaje

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